domingo, 24 de abril de 2011

Autoestima en la adolescencia

  

El padre de familia puede transmitir a sus hijos una dosis de autoestima como un recurso del cual el adolescente pueda disponer para que aprenda más eficazmente, desarrolle relaciones gratas, esté capacitado para aprovechar oportunidades que se le presentan, trabaje productivamente, sea autosuficiente, tenga conciencia del rumbo que sigue.

La autoestima es la autoaceptación. Esto significa que  reconoces y admites todas tus partes, las deseables y las indeseables, las positivas y las negativas los puntos fuertes y los débiles y  aceptas todo eso como un bloque que te hace un ser humano normal y valioso.
Poseer una autoestima elevada durante la adolescencia determina una gran cantidad de aspectos con respecto a su futuro. Una persona con una alta autoestima, seguramente aspirará a más, tendrá una mayor confianza y se planteará diferentes metas y proyectos para su vida adulta.
Como padres tenemos que tener en cuenta que la adolescencia es una etapa de transición que representa la preparación para el ingreso a la vida adulta. Es el momento de la vida en que toda persona debe elegir quien quiere ser.
Los padres pueden influenciar enormemente en el futuro de sus hijos, que esperan contar con su aprobación, respeto, cuidado digno y su amor para pasar este difícil trance; y así promovemos una mejor salud física y mental. Les enseñamos que la adversidad es parte de la vida y los niños y adolescentes aprenden de sus padres a enfrentarla o a evadirla.
Desde la infancia toda persona merece ser alentado en sus logros y ayudado en sus desaciertos y en toda educación es esencial la disciplina.
Los padres son la fuente más importante de autoestima; porque cuando un adolescente no tiene apoyo familiar tendrá una estructura débil,  se refugiará en sus pares y adoptará hábitos de sus amigos, pandillas, etc.; estará predispuesto a estimularse artificialmente con el consumo de drogas y alcohol.
Si sus mayores son lo suficientemente maduros como para vivir las circunstancias difíciles como verdaderos desafíos sus hijos aprenderán a hacer lo mismo y no tendrán necesidad de apoyarse en el alcohol o las drogas para enfrentar su frustración, las responsabilidades o el fracaso.
Durante la adolescencia, también es muy importante la necesidad que tiene el chico o la chica de sentirse aceptado y parte de un grupo y empieza a hacerse muy fuerte su necesidad de agradar y resultar atractivo o atractiva a las personas del sexo opuesto. La autoestima juega un papel muy importante ya que la valoración que tiene de sí mismo, sus creencias serán muy importantes para determinar la valoración que tendrán de los demás hacia ellos mismos.
Todos tenemos problemas con nuestra autoestima en determinados momentos de la vida –especialmente durante la adolescencia, cuando estamos descubriendo quiénes somos y cuál es nuestro lugar en el mundo, creemos que somos listos o tontos; nos sentimos antipáticos o graciosos; nos gustamos o no; la valoración de nuestra imagen va cambiando a lo largo del tiempo, si tu autoestima no es todo lo alta que debería de ser, puedes mejorarla.
Los pensamientos, sentimientos y comportamientos se encuentran interrelacionados la autoestima de una persona influye en cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta.
El problema viene cuando se creen las críticas y piensan que valen menos que los demás. Cuando pasa esto, pueden transformarse en alguien que solo está pidiendo ser aprobado y valorado por los otros, y esta necesidad  de evitar el rechazo hace que se humillen y den más de lo que se merecen para que te quieran.
Un adolescente con autoestima aprende más eficazmente, desarrolla relaciones mucho más gratas, está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten, para trabajar productivamente y ser autosuficiente, posee una mayor conciencia del rumbo que sigue.

Cómo afecta positivamente la autoestima a los niños y adolescentes

El nivel de autoestima influye en el desarrollo y desempeño de otras actitudes:
1. Mejora el aprendizaje. El joven con poca autoestima, o también llamada autoestima negativa, está poco motivado e interesado en aprender, encuentra poca satisfacción en el esfuerzo porque no confía en sus posibilidades de obtener éxito.
Cuando valora y le da importancia a su capacidad para aprender, experimenta mayor confianza en sí mismo y puede desplegar esfuerzos tendentes al logro de sus objetivos.
2. Ayuda en la superación de dificultades. El adolescente con autoestima positiva es capaz de enfrentarse a problemas y fracasos, porque dispone de la energía necesaria para confiar en superar los obstáculos.
3. Fundamenta la responsabilidad. La confianza en uno mismo constituye la base para ser capaz de responder a las exigencias de la vida cotidiana.
4. Favorece la creatividad. El niño que se valora y confía en sí mismo, puede explorar nuevas posibilidades, se arriesga con respuestas creativas y originales.
5. Posibilita la relación social. El justo aprecio y respeto por uno mismo genera seguridad personal, dota de atractivo personal y facilita las relaciones con los demás en relación de igualdad, sin sentimientos de inferioridad o superioridad.
6. Determina la autonomía. El niño que se considera con adecuados niveles de autosuficiencia es capaz de tomar decisiones. Quien se acepta y se siente bien consigo mismo es capaz de enfrentarse a retos de forma independiente. Cuando el nivel de autoestima es bajo los niños son dependientes, incapaces de tomar decisiones, sin opinión y sin criterio.
7. Afianza la personalidad. El sujeto se siente seguro de sus posibilidades como ser independiente (seguro, confiado y autoaceptado) y como ser social (confía, valora y acepta a los demás).
8. Demuestra amplitud de emociones y sentimientos. De forma espontánea sabe reír, sonreír, gritar, llorar y expresar su afecto y, en general, sabe pasar por distintas emociones sin reprimirse ni ocultarse.
9.  Se siente capaz de influir en otras personas, tiene confianza en las impresiones y en el efecto que él o ella produce sobre los/as demás miembros de la familia, amigos, profesores, etcétera.

Como mantener la autoestima en forma

·         Recuérdeles con frecuencia sus pequeños éxitos.
·         Enseñarles a identificar sus puntos fuertes y piensen en ellos.
·         Hagan una lista con ellos de sus cualidades y que ellos las reciten en voz alta ante el espejo.
·         Escriban en un papel sus propias etiquetas negativas y al lado de ellas que escriban una afirmación más compasiva.
·         Que comprendan que ellos no son los responsables de que los demás sean felices. Si se enfadan o se sienten mal, no es su culpa.
·         Que no acepten por las buenas las opiniones de los demás sobre ellos. Reflexionen y piensen si están basadas en hechos racionales.
·         Aprendan a aceptar sus debilidades y errores como comportamientos. Los comportamientos son cosas que se pueden modificar. Los errores no afectan el valor personal. Tú eres tú y tus errores son acciones que tú puedes corregir y aprender de ellos.
·         Que nunca se comparen con los demás. Tú no eres ni inferior ni superior. Tú eres tú mismo(a) y sigue por tu propio carril.
·         Que aprendan a no decir sí a todas las cosas que les pidan para que no se enfaden. Intenten comprometerte solo con las cosas que quieran hacer.
·         Que hagan lo que quieran hacer y no lo que los demás creen que tú debes hacer.

Cómo pueden ayudar los padres a desarrollar una autoestima positiva

  • Los adolescentes necesitan un hogar feliz y seguro, donde disfruten de cierta libertad y donde existan normas y límites que rigen la convivencia.
  • Los adolescentes necesitan sentir que son capaces de hacer cosas autónomamente y resolver sus pequeños problemas, para ello la familia debe darles responsabilidades de forma gradual.
  • La familia debe manifestar satisfacción por los logros y avances del adolescente.
  • La familia debe dispensar elogios merecidos ante las tareas de los adolescentes.
  • La familia debe ayudar y enseñar al adolescente con orientaciones concretas ante sus dificultades, sin menospreciar los intentos frustrados del mismo.
  • Es necesario evitar las comparaciones: cada adolescente debe ser valorado por lo que es y lo que puede hacer. El adolescente aprenderá con este ejemplo a valorar y sentir agrado por los demás, respetando las diferencias entre las personas.
  • La familia debe admitir los propios errores, porque para su seguridad, los adolescentes necesitan aprender que a veces se fracasa y se cometen errores.
  • Es necesario proponer a los adolescentes tareas de dificultad ajustada, que puedan realizar con éxito; ello generará confianza en las propias capacidades.
  • En la familia se debe fomentar el sentimiento de “estar satisfecho con uno mismo”, generando en el adolescente los pensamientos de:

“PUEDO HACER COSAS”                          
“SOY IMPORTANTE”
“PUEDO APRENDER”
“PUEDO EQUIVOCARME”                

Acciones que pueden debilitar la autoestima de los niños

Los problemas de autoestima son causados por dos cosas en particular –cómo nos ven o nos tratan los demás y cómo nos vemos nosotros mismos– pueden ser un gran impacto sobre la autoestima. Hay que tratar de evitar las siguientes acciones porque estas pueden afectar la autoestima de los niños y adolescentes.
  • Tener demasiadas o muy pocas expectativas de los jóvenes.
  • Gritar o criticar demasiado, especialmente delante de otros.
  • Criticar a los niños y adolescentes más de lo que les elogias o agradeces.
  • Utilizar adjetivos como tonto, estúpido, flojo, y descuidado con los niños y adolescentes.
  • Al cometer errores, decirles que han fracasado.
  • Sobreproteger o descuidar a los niños y adolescentes.


Pasos para que los adolescentes mejoren la autoestima


  • Dejar de tener pensamientos negativos sobre sí mismo. Deja de centrar la atención  en tus defectos, empieza a pensar en aspectos positivos que los contrarrestan. Cuando te des cuenta de que estás siendo demasiado crítico contigo, contrarréstalo diciendo algo positivo sobre ti mismo. Cada día anota tres cosas sobre ti que te hagan feliz.
  • Ponerse como objetivo el logro en vez de la perfección. Algunas personas se acaban paralizando debido a sus ansias de perfección. En lugar de frenarse con pensamientos como: “No iré a la audición de la obra hasta que haya perdido 5 kg.”, piensa en qué eres bueno  y en las cosas con las que disfrutas, y ve por ellas.
  • Considerar los errores como oportunidades de aprendizaje. Acepta que cometerás errores porque todo el mundo los comete. Los errores forman parte del aprendizaje. Recuerda que las aptitudes de una persona están en constante desarrollo, y que cada uno sobresale en cosas diferentes –es lo que hace interesante a la gente.
  • Prueba cosas nuevas. Experimenta con diferentes actividades que te pongan en contacto con tus aptitudes. Luego siéntete orgulloso de las nuevas habilidades que has adquirido.
  • Identificar lo que se puede cambiar y lo que no. Si te das cuenta de que hay algo tuyo que no te hace feliz y puedes cambiarlo, empieza a trabajar para quererte tal y como eres.
  • Fíjate metas. Piensa en qué te gustaría conseguir y luego diseña un plan para hacerlo. Atente al plan y ves anotados tus progresos.
  • Siéntete orgulloso de tus opiniones e ideas. No tengas miedo a expresarlas.
  • Colaborar en una labor social. Dale clases a un compañero que tiene problemas, ayuda a limpiar tu colonia, participa en una maratón benéfica por una buena causa o hazte voluntario de alguna asociación. Sentir que aportas algo y que se reconoce tu ayuda hace maravillas para aumentar la autoestima.
  • Hacer ejercicio. Mitigarás e estrés y estarás más sano y más feliz.
  • Pasártela bien. ¿Te has encontrado alguna vez pensando cosas del estilo de: “tendría más amigos si estuviera más delgado/a” disfruta pasando tu tiempo con personas que te importan y haciendo cosas que te gustan. Relájate y pásalo bien –y no dejes tu vida en suspenso.